Gestión de Riesgos en Canelones  | Ecomunidad Canelones
Gestión de Riesgos en Canelones 

Las nuevas dinámicas poblacionales, la expansión de las ciudades vinculada a la creciente urbanización, el aumento exponencial de las actividades productivas y su correspondiente uso de recursos, el avance del cambio climático, entre otros fenómenos socio-naturales, imponen nuevos desafíos a las sociedades contemporáneas. Estas dinámicas combinadas con fenómenos sociales y económicos, como la exclusión y la segregación territorial, dan lugar a nuevos mapas de riesgos que requieren un foco central de atención para una adecuada gestión que permita prevenir y minimizar los impactos asociados a eventos extremos. Se parte de la base que el riesgo no es un fenómeno natural sino una construcción dada por la forma de interrelación de la actividad humana con la naturaleza, lo cual habilita a afirmar que a partir de la gestión de riesgos se puede contribuir a la deconstrucción de estos. 

En este sentido, el Gobierno de Canelones viene trabajando en la gestión de riesgo, desde una visión planificada, participativa e integral, fortaleciendo capacidades y recursos locales, regionales y nacionales con una perspectiva  de  Desarrollo Sostenible. 

La Intendencia de Canelones cuenta con un Plan Integral de Gestión de Riesgos, documento elaborado de forma participativa, integrando distintos actores de la sociedad civil,  municipios, referentes institucionales nacionales y organismos internacionales.

Los planes de gestión de riesgos constituyen una herramienta de planificación de la gestión de riesgo  que requieren una actualización permanente y contínua debido a la naturaleza misma de su centro de atención: los riesgos.

Dicho documento tiene como objetivo orientar el accionar de los distintos actores vinculados a la Gestión Integral de Gestión de Riesgos. El mismo presenta la matriz de riesgos actualizada y a posteriori se establece la organización de las respuestas para cada peligrosidad. En la última parte del documento, se presenta el funcionamiento de las herramientas de comunicación, los instrumentos que potencian la GIDR -voluntariado, participación y educación-, y por último se brinda un sistema de indicadores para el seguimiento de las actuaciones propuestas en el presente Plan.

ENFOQUE DE LA GESTIÓN DE RIESGOS 

La Gestión de Riesgos en Canelones se centra,  no solo en la preparación para la respuesta sino también en la prevención y la planificación estratégica para evitar nuevos riesgos. Estos enfoques  incluyen por una parte, la gestión prospectiva, la cual implica una planificación  que busca evitar  la emergencia de nuevas condiciones de riesgo, desarrollando una visión de futuro de posibles riesgos.

Canelones asume la gestión de riesgos, aceptando los riesgos en su territorio, por lo tanto la gestión correctiva es uno de los enfoques, adoptando medidas anticipadas para reducir y mitigar sus potenciales impactos. En este sentido, las acciones tendientes a la recuperación de cuencas, la adaptación de edificaciones, los realojos, entre otras, son medidas de gestión correctiva del riesgo.

Por otra parte, la preparación para la respuesta ante la emergencia es una de los centros de la gestión de riesgos; lo que se conoce como gestión compensatoria o reactiva, la cual implica estar  al tanto de las acciones de preparación para la respuesta ante la emergencia, de forma tal que la comunidad esté preparada ante la materialización de un determinado riesgo. Esta perspectiva  busca fortalecer la resiliencia de las comunidades implicadas en los desastres, como forma de minimizar los impactos negativos. Los planes de contingencias, las simulaciones y simulacros, el desarrollo de Sistemas de Alerta Temprana (SAT) constituyen acciones vinculadas a este enfoque.

Partiendo de la base que la ocurrencia de eventos adversos no afecta a todos los grupos de población por igual. La magnitud y naturaleza de sus impactos están directamente relacionados con las inequidades existentes en la sociedad (CIGIDEN, 2021). Las vulnerabilidades y capacidades ante los riesgos no son condiciones inherentes a las personas sino que son construidas socialmente y no se encuentran distribuidas de forma igualitaria en la población. Existen personas y grupos de población que manifiestan vulnerabilidades específicas frente al riesgo, y lo mismo ocurre con las capacidades para prevenir, prepararse, enfrentar y recuperarse ante su ocurrencia.    Por  tal motivo, se requiere para abordar la gestión de riesgo  una perspectiva interseccional, para entender  las maneras en que el género se cruza con otras identidades y variables y cómo a partir de estas intersecciones se construyen experiencias de vida particulares atravesadas por múltiples ejes de opresión y privilegio.  

INSTITUCIONALIDAD DE LA GESTIÓN DE RIESGOS

La institucionalidad de la Gestión de Riesgo a nivel nacional es regulada por el Sistema Nacional de Emergencias (SINAE), constituyendo   la instancia específica y permanente que coordina las acciones de las instituciones públicas en relación a la gestión integral del riesgo 

A nivel departamental está regulado por el Comité Departamental de Emergencia presidido por el Intendente. Los Comités Departamentales de Emergencias (CDE) son órganos responsables de la formulación de políticas y estrategias a nivel local en consonancia con los lineamientos nacionales para la gestión de riesgos.

Los Centros Coordinadores de Emergencias Departamentales (CECOED) son los ámbitos de coordinación operativa y logística, a nivel departamental, que se encuentran bajo la dirección de los CDE.  

Desde el 2016   los municipios vienen trabajando para la implementación de los Comités de Emergencias Municipales (CEM), entendiendo que el nivel municipal es fundamental dadas las diversas características y las heterogeneidades territoriales existentes, que le confieren singularidades a cada zona del departamento, y que por lo tanto exigen ser abordadas de formas específicas. 

En este sentido desde la gestión de riesgos departamental, le apuesta a la descentralización es una de las  señas de identidad, fortaleciendo estos ámbitos locales para la gestión del riesgo, permeando hacia el nivel territorial y las comunidades  a través de un trabajo que se complemente con las instancias departamentales y nacionales.