En el marco del Plan de Restauración Ecológica que la Intendencia viene llevando adelante, este sábado 7 de setiembre, y después de varias instancias de trabajo en distintos puntos de la costa del departamento, se realizó una nueva jornada de restauración ecológica en Bello Horizonte y Guazuvirá Nuevo, municipio de La Floresta.
Participaron vecinas y vecinos de la zona que junto a equipo técnico de la Intendencia se viene avanzando en un proyecto de estabilización dunar con la colocación de chipeado vegetal y plantación de vegetación nativa pata la estabilización de la arena y estabilización de la duna.
Desde Canelones se entiende la restauración ecológica como una herramienta de gestión para la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido, como forma de sustentar la resiliencia de los ecosistemas y conservar la diversidad biológica (CBD, 2016).
El objetivo de la restauración es la conservación y reposición de la flora y fauna del lugar, así como la restitución de los servicios ecosistémicos perdidos, dentro de los cuales está la provisión de agua de buena calidad, la absorción de carbono como mitigación al cambio climático, la disponibilidad de refugio y nutrientes para la biodiversidad, la regulación del clima y régimen hídrico, entre otras.
Las Naciones Unidas han declarado al período 2021-2030 la década para la restauración de ecosistemas a nivel mundial por lo que este proyecto propone realizar acciones en el territorio canario encuadrado en este contexto global.
La costa es uno de los ecosistemas gravemente alterados por el cambio de uso de suelo del desarrollo urbano, la modificación del régimen hídrico, la colonización por especies exóticas Invasoras (EEI) y el Cambio Climático.
La costa del departamento de Canelones se caracteriza por sus ecosistemas de humedal, bañados salinos, montes psamófilos, dunas móviles y semimóviles, puntas rocosas y barrancos. Dichos ecosistemas presentan distintos grados de degradación ya sea por presencia de construcciones, estacionamientos e impermeabilizaciones, que poco a poco degradan la vegetación, que muchas veces es removida por la construcción, siendo reemplazada por exóticas, entre otros impactos. La suma de estos impactos ha interferido a lo largo de la historia con las dinámicas naturales de los ecosistemas, su capacidad de resiliencia y los servicios ecosistémicos de los cuales nos beneficiamos.
Las medidas previstas en el Plan de Restauración Ecológica promueven mejoras para aumentar directa e indirectamente la biodiversidad, disminuir la erosión, adecuar las pendientes, pluviales y desagües para una correcta gestión del agua y su escorrentía superficial, la identificación de zonas de uso y delimitación de zonas de exclusión de usos, entre otras