Mercociudades se posiciona hacia la COP16 sobre Biodiversidad en Cali, Colombia, abordando la crisis del planeta con cuatro objetivos para 2050 y 23 metas para 2030. Subraya la conexión entre problemas globales, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, y la importancia de conservar y restaurar ecosistemas, además de la necesidad de enfoques integrales y cooperación entre gobiernos subnacionales.
La participación de Canelones en la coordinación del posicionamiento de la Red de Mercociudades hacia la Conferencia de las Partes (COP 16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica, que se celebrará el próximo 21 de octubre en Cali, Colombia se enmarca en el ejercicio de la Vicepresidencia de Desarrollo Urbano y Cambio Climático, en conjunto con la ciudad de Rosario, Argentina, y como coordinador de la Unidad de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Mercociudades.
En este siglo, aumentó la conciencia sobre la relación entre la crisis global, que abarca problemas como la contaminación, el cambio climático y la salud, y la pérdida de biodiversidad. Dado que estas problemáticas están profundamente interconectadas, se requieren enfoques integrales y participativos que incluyan tanto al sector público como al privado, y que involucren a los distintos niveles de gobierno. Los gobiernos subnacionales, en particular, juegan un rol crucial al implementar políticas a nivel local, donde se sienten los efectos directos de la degradación ambiental.
Objetivos globales, metas y desafíos
La conservación de la biodiversidad y la restauración de los ecosistemas terrestres y acuáticos son fundamentales para enfrentar la crisis planetaria. Esto no solo requiere una base normativa sólida para la planificación territorial, sino también la participación activa de la ciudadanía, el conocimiento científico y la educación ambiental. Se observó que la pérdida de biodiversidad, tanto en tierra como en mar, alcanza niveles críticos, con cambios en los ecosistemas que pueden ser irreversibles.
El Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, acordado en la COP15, establece cuatro objetivos para 2050: integridad, conectividad y resiliencia de los ecosistemas; uso y gestión sostenible de la biodiversidad; beneficios derivados de su utilización; y medios de implementación adecuados. Además, define 23 metas para 2030, dirigidas a promover la conservación y uso sostenible de la biodiversidad.
América Latina, una de las regiones más biodiversas del planeta, enfrenta múltiples desafíos para preservar su riqueza biológica. Representa el 40% de la biodiversidad mundial y cuenta con un tercio de los recursos hídricos del planeta. Sin embargo, enfrenta amenazas como la sobreexplotación de especies, la contaminación y la introducción de especies exóticas. A pesar de su riqueza biológica, la región también está afectada por la degradación de los ecosistemas, lo que subraya la necesidad de enfoques de conservación integrales y cooperativos.
Importancia de los gobiernos subnacionales y la cooperación internacional
En el camino hacia la COP16, Mercociudades identificó tres prioridades clave: promover el cumplimiento de las 23 metas del Marco Global de Biodiversidad, realizar evaluaciones detalladas del progreso en estas metas, y fomentar la cooperación entre gobiernos y universidades para respaldar las políticas de biodiversidad con un análisis técnico y político. Se destacaron avances en la gestión ambiental y la conservación de la biodiversidad, incluyendo la creación de áreas protegidas y la restauración de ecosistemas.
Los gobiernos subnacionales, como las intendencias y municipios, juegan un papel vital en la implementación de políticas de biodiversidad, ya que están directamente involucrados en la gestión de los recursos naturales y la aplicación de normas ambientales. La cooperación internacional y el acceso a financiamiento adecuado son esenciales para apoyar estos esfuerzos, especialmente en el contexto de países en desarrollo, donde los recursos pueden ser limitados. La colaboración entre diferentes niveles de gobierno y sectores económicos es fundamental para abordar de manera efectiva los desafíos ambientales y promover la sostenibilidad a largo plazo.
La crisis de biodiversidad es un reto global que requiere una respuesta coordinada y sustentada por un marco de políticas y acciones concertadas, donde los gobiernos locales, como los de las ciudades de Mercociudades, desempeñan un papel clave en la implementación y ejecución de estas iniciativas.
Se adjunta documento del posicionamiento de Mercociudades hacia la Conferencia de las Partes (COP 16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica que se desarrollará el próximo 21 de octubre en Cali, Colombia.